Cata Las Arenas

Sociedad de Cata de Vinos

CRECE EL INTERÉS DE LA INDUSTRIA EN EL VINO SIN ALCOHOL

El vino sin alcohol está comenzando a adquirir relevancia dentro de la industria vinícola española. Así lo demuestra la reciente inauguración de una de las mayores plantas de deconstrucción molecular del mundo en Valbuena de Duero (Valladolid), fruto de la inversión del grupo bodeguero Matarromera. Esta planta, que tiene como objetivo la extracción del alcohol del vino terminado, se une así a diferentes iniciativas como la del Grupo Élivo, en Galicia, la bodega Vincero o Bodegas Torres, que fue la primera en apostar por este tipo de bebida con su vino Natureo.

La principal ventaja que ofrece el vino sin alcohol es que permite la entrada a nuevos mercados como los países musulmanes, tradicionalmente cerrados a las bebidas alcohólicas. De igual forma, este vino puede llegar a un público más amplio al estar permitido su consumo ligado a la conducción, para embarazadas o para aquellos que por motivos de saludo no puedan ingerir alcohol.

El Grupo Matarromera, que lleva comercializando desde el año 2008 vinos de calidad sin alcohol, tiene como objetivo utilizar sus nuevas instalaciones para producir anualmente nueve millones de litros de vino desalcoholizado, con los que cubrir la demanda de este producto en Asia Central, EE.UU., China y Oriente Próximo, regiones en las que sus vinos ya se comercializan. Además, la Planta de Deconstrucción Molecular servirá para investigar el enriquecimiento de productos alimentarios, además del vino, con antioxidantes.

Por su parte, el grupo gallego Élivo, dedicado exclusivamente a la extracción de alcohol de vinos de otras bodegas, tiene una capacidad de producción de 12 millones de litros de vino al año y ha conseguido llegar a los mercados de países como Dubai, Qatar, Líbano, Arabia Saudí, Irán, China o Suecia. Actualmente esta empresa desalcoholiza vinos procedentes de la Rioja, pero está negociando incluir en su oferta vinos de la D.O. Ribeiro.

La categoría vino sin alcohol se atribuye a los vinos cuyo índice sea menor al 1%. El proceso de extracción se realiza por lo general de forma física, aumentando la temperatura y la presión al vino ya elaborado y se somete por último a un proceso para recuperar los aromas perdidos en la etapa anterior.