6 septiembre, 2013
Un breve paso en frío, sin fermentar, por madera nueva muy tostada le confiere un toque ahumado de gran distinción. Arropado por un grado aceptable y una acidez que sorprende por su frescura, este vino ha demostrado ya en añadas anteriores, que aguanta muy bien el paso por botella. El mosto fermentó a temperatura controlada en depósitos de acero inoxidable.